Muy poco después de acabada la Guerra Civil se iniciaron obras de reconstrucción en las zonas dañadas por las acciones bélicas. Uno de los edificios más afectados era el Alcázar, que había sido sede la Academia de Infantería hasta el inicio de la contienda. Presos de colonias penitenciarias se encargaron de construir sus nuevas instalaciones con nuevos edificios levantados en el antiguo barrio de San Blas, próximos al castillo de San Servando y al Hospital Provincial. Las clases de la nueva Academia de Infantería comenzarían el 16 de septiembre de 1948. Años antes, ingenieros militares debieron proyectar la construcción de un puente que uniera el Alcázar con la nueva Academia, que guardaría cierta similitud con el existente en época romana. De este proyecto nos han llegado los dos alzados aquí reproducidos, conservados en la colección de Luis Alba.