37 – La exposición agrícola de Toledo de agosto de 1909 - Ayuntamiento de Toledo

Nuestra ciudad fue descrita a finales del siglo XVI como de “industria y acarreo”. La agricultura nunca jugó un papel de primer orden en su desarrollo económico. Por eso hemos querido ofrecer a todos un acontecimiento inusual promovido por un grupo de entusiastas hace más de un siglo en pro de la divulgación de la maquinaría y técnicas agrícolas modernas entre sus conciudadanos.

Todo se inició con la puesta en marcha de un concurso de maquinaria, abonos y productos agrícolas por iniciativa de la Cámara Oficial Agrícola de Toledo presidida, entonces, por el abogado Arturo Relanzón Almazán. La comisión organizadora del certamen estaba formada, además, por el concejal Elías Montoya Blasco, tesorero de la Cámara, y por Tomás López Santisteban, secretario de esa institución. Y con ellos se encontraban también el ingeniero Santiago Muñoz y el veterinario Victoriano Medina Ruiz. Este último dirigía ya por entonces la revista La Veterinaria Toledana. En ese año de 1909 presidía nuestro ayuntamiento Juan San Pedro y Cea, coronel director de la Academia de Infantería, y al frente de la Diputación se hallaba el Conde de Casa Segovia, a la sazón gobernador provincial.

La difusión del certamen encontró eco no solo en la prensa local sino también en la de la capital, destacando en ello la revista madrileña La Voz de España que le dedicó un número extraordinario, publicado el 15 de agosto de 1909. En él incluyó un artículo sobre “Toledo monumental” destinado a los visitantes del evento con textos y fotografías del periodista Constantino Garcés, junto con breves biografías de las principales autoridades locales, de los miembros citados de la comisión organizadora y de varios periodistas de la ciudad. Además, junto con datos someros sobre la minería toledana, ese número monográfico incluyó una guía industrial con los nombres de los toledanos que destacaban en esas actividades.

La exposición se celebró entre los días 15 y 23 de agosto de 1909, aprovechando la concurrencia de público por la Feria de Toledo. Fue instalada en apenas una semana en los patios y el exterior del Hospital de Tavera. A ella concurrieron un buen número de casas comerciales que ofrecieron sus productos distribuidos en tres secciones, Máquinas, Abonos y Productos Agrícolas. La más llamativa era la primera pues en ella se expusieron “máquinas para la siembra, recolección y elaboración de productos, para riegos y alumbramientos de aguas, para combatir las plagas del campo y para la transformación de los productos de la tierra”. No faltaron tampoco fotografías, grabados, libros y folletos para facilitar su difusión.

Las casas comerciales que mostraron maquinaria agrícola en el certamen procedían de Madrid, Barcelona, Lérida, Valladolid, Alicante, Sevilla y Valencia ofreciendo, según la prensa de la época, “lo más moderno de la industria extranjera y española”. En la sección de Productos agrícolas estaban representadas muchas localidades toledanas a través de sus agricultores que habían llevado semillas, frutos, plantas, vinos, aceites…

Dado que en las bases se ofrecían diferentes premios, se celebraron pruebas de las maquinarias presentadas en el Concurso entre los días 20 y 23 de agosto. El día 20 se realizaron ensayos de arados, grados, desterronadores, escarificadores, estirpadores y cultivadores. El 21 le tocó el turno a sembradoras y repartidoras de abono. El 22 se probaron varias segadoras, atadoras de gavilla, trillos y aventadoras. Y el último día, el 23, se reservó para examinar las cribas clasificadoras de granos y semillas, trituradoras y otras máquinas. El fallo del jurado, en el que también participó el catedrático de Agricultura Luis Hoyos Sáinz, se produjo ese mismo día. Hubo premios para casi todos si examinamos las noticias de la prensa diaria. Además el esfuerzo de las casas comerciales se vio correspondido por un buen número de pedidos de particulares y del propio Consejo Provincial de Agricultura de Toledo.

La conservación de un álbum de fotografías sobre el certamen en la Colección de Luis Alba y la adquisición reciente del ejemplar reseñado de La Voz de España nos han movido a dar cuenta de esos días singulares en los que la agricultura adquirió un gran protagonismo en la ciudad. En 1917 le tocaría el turno a la ganadería pues se organizó, aprovechando las fiestas de agosto, un concurso similar.

Las imágenes reflejan el tránsito entre la agricultura tradicional y la moderna. Ninguna de las máquinas presentadas en 1909 utiliza el motor de combustión pues todas requerían para su funcionamiento la fuerza humana o animal. Recordemos que los primeros vehículos que utilizaron combustibles fósiles circularon por Toledo en 1905, en un rally en el que participó Alfonso XIII.

Todavía en los medios rurales castellanos podemos encontrar, ya en desuso, ejemplos de las máquinas que se ofrecieron como innovaciones técnicas en 1909. Los arados de vertedera de tracción animal se han seguido utilizando hasta bien avanzada la segunda mitad del siglo XX. Los caballos, bueyes, mulas, asnos… utilizados en las labores agrícolas casi han desaparecido de nuestros campos, y con ellos todas las máquinas, herramientas, utensilios y aparejos que necesitaban.

Con esta exposición queremos recordar ese pasado que tanta importancia ha tenido, y tiene, en muchas localidades castellanas y rendir así un sencillo homenaje a los agricultores que a lo largo de la historia han hecho posible nuestro desarrollo obteniendo de la tierra el pan, el vino, el aceite… imprescindibles para la vida. Ofrecemos, pues, el álbum completo con las fotos del certamen recuperado hace décadas por Luis Alba, los recortes de las noticias de prensa aparecidos en la época sobre el evento y el monográfico de La Voz de España.

 

Mariano García Ruipérez
Archivero Municipal de Toledo