El Consistorio toledano ahorra 672 toneladas de emisiones de CO2 lo que supone un 10 por ciento de la huella de carbono - Ayuntamiento de Toledo

La concejala de Servicios Públicos y Sostenibilidad, Eva Jiménez, ha informado este jueves que el Ayuntamiento de Toledo ha ahorrado un total de 672,34 toneladas en emisiones de CO2 en el periodo comprendido entre 2014 y 2017, lo que supone un 10 por ciento en la huella de carbono del Consistorio.

Así se le ha notificado al Ministerio de Transición Ecológica, tal y como se recoge en las obligaciones legales de las administraciones públicas que deben remitir esta información al citado ministerio, en base a los proyectos en los que se trabaja y sus actuaciones con medidas concretas.

Según Eva Jiménez, “nos encontramos ante una emergencia climática que exige actuaciones rápidas y contundentes”. Aunque desde el Ayuntamiento se están llevando a cabo políticas que nos permiten ahorrar en emisiones, ha reconocido que “no es suficiente”.

Para la concejala de Sostenibilidad “es necesario y urgente” la creación de equipos multidisciplinares que centralicen todas estas acciones, para coordinar, proponer y hacer planificaciones y las convierta en “transversales y prioritarias para los Ayuntamientos, puesto que las inercias de las políticas públicas son muy lentas”.

Eva Jiménez ha insistido en que “el cambio climático es una emergencia” y aunque las políticas de sostenibilidad y de ahorro energético ya están instaladas en todas las actividades cotidianas, “tenemos que ser capaces de aterrizar todas esas políticas y coordinar todas estas actuaciones para ir ejecutándolas”, además de informar sobre ellas. De igual forma espera que sea el Ministerio quien traslade toda esta información que se le ha remitido para “crear conciencia”.

En este sentido ha recordado algunas de las medidas puestas en marcha por el Ayuntamiento de Toledo, con muy buenos resultados a nivel de eficiencia energética, tales como que la energía eléctrica que se consume en las dependencias municipales es ‘verde’ y procede de energías renovables o la renovación de los sistemas de iluminación a luminarias led y la ‘telegestión’ por parte del consistorio para optimizar el consumo, reduciéndose además las emisiones de CO2 o la renovación de autobuses urbanos (gasóleo) por autobuses gas natural.