García-Page ha destacado que se trata de una “nueva puerta” para el Toledo del siglo XXI por la que accederán al recinto amurallado la mayoría de toledanos y visitantes “de una manera rápida y con criterios sostenibilidad”. Ha insistido en el carácter revolucionario que tendrá para los accesos a la ciudad este remonte, ya que va unido a intercambiador de transportes desde el que los usuarios de los autobuses urbanos e interurbanos podrán acceder al centro histórico en pocos minutos.
Además, será “la mejor alternativa” para los viajeros del AVE, que sólo tendrán que cruzar el río para llegar caminando a Zocodover. Este remonte, que, unido a las Escaleras Mecánicas de Recaredo, situarán a Toledo en la ciudad monumental con más accesos mecanizados, dará como resultado que en dos o tres año el 70 por ciento de los visitantes lleguen al corazón del Casco utilizando remontes mecanizados.
El alcalde ha explicado que la realización de este proyecto incluye una segunda fase para adecentar el tránsito peatonal desde la Estación de Autobuses, mejorando las aceras y el entorno con un tratamiento unitario que facilite el acceso.
José María Barreda ha destacado la importancia “de futuro” que tendrá este remonte, que contribuirá a “mantener viva una ciudad histórica impresionante”. Ha destacado la singularidad del proyecto, que facilita la accesibilidad al Casco y permite “que no haya desniveles entre los barrios toledanos”.
El arquitecto José Ramón de la Cal ha explicado que el proyecto, redactado por Rafael Moneo, tiene un presupuesto de 5.296.627,65 euros, supone la extracción de 1.300 metros cúbicos de roca, habilitar 10.000 metros cuadrados de zonas peatonales e instalar un ascensor y dos tramos de escaleras mecánicas. El plazo previsto de ejecución es de ocho meses y medio.