El concejal de Urbanismo, Javier Nicolás, ha recordado que las obras de la N-403 y su conversión en autovía se remontan a más de diez años y, tras varios retrasos, fue el actual alcalde el que impulsó el proyecto y mejoró las condiciones para la recepción de la carretera. En concreto serán siete kilómetros cuya gestión asumirá el Consistorio, toda vez que el Ministerio de Fomento ha realizado las obras acordadas.
Nicolás ha precisado que, a pesar de los intentos de algunos responsables públicos de politizar este asunto, la reunión que mantuvo García-Page con la ministra de Fomento, Ana Pastor, fue definitiva para fijar las obligaciones que el departamento estatal debía cumplir antes de entregar las vías al Ayuntamiento de Toledo.
Entre las actuaciones que quedaban pendientes, Nicolás se ha referido al adecentamiento de la pasarela peatonal de la zona hotelera, el arreglo de los guardarraíles de la rotonda del Beatriz y el asfaltado en la plaza de Grecia. Estas actuaciones, “se han realizado correctamente y esta tarde daremos cuenta de la recepción de las carreteras, lo que demuestra que teníamos razón y que el Ministerio debía adecentar la vía antes de su entrega”.
El concejal de Urbanismo ha informado a los periodistas de que los responsables municipales mantendrán una reunión con los vecinos para conocer y estudiar las necesidades de los residentes en esta zona en lo que respecta principalmente al alumbrado, servicio, junto a otros, que ahora debe sufragar el Consistorio.
Obra estratégica
Por su parte, el concejal de Movilidad, Rafael Perezagua, ha señalado que el entronque de la A-40 con el núcleo urbano de Toledo y su conexión con el resto de vías de la ciudad es una obra “estratégica” para el tráfico rodado, que tenía en esta zona su principal punto negro, con retenciones y atascos diarios.
Ahora, gracias al impulso del equipo de Gobierno de García-Page, se ha eliminado el conflicto en este tramo y, unido a la Ronda Suroeste y al Nudo Norte, se ha logrado mejorar sustancialmente la movilidad en los accesos, al tiempo que ha permitido desviar recursos y personal tanto de la Policía Local como de la Guardia Civil a otros menesteres más propios de su actividad.
Perezagua ha personalizado el empeño en que la obra de la A-40 saliera adelante en las mejores condiciones para los ciudadanía en la labor que han realizado, entre otros, Carlos Martín-Fuertes desde la Asociación de Vecinos, Río Chico; Javier González Cabezas, director de la obra, y el personal del Área de Ingeniería del Ayuntamiento de Toledo.